Autor: Germán Finara

Esta región ubicada en la Provincia del Chubut, a 250 Km al sur de la ciudad de Esquel, nos ofrece la posibilidad de pescar en un ámbito que se mantiene aun muy poco modificado por la mano del hombre, un ámbito que dado la menor presión de pesca que recibe, nos sorprende con los grandes portes de sus piezas. Aquí se mezclan lo imponente del paisaje, la buena pesca, con la aventura y las historias de viejos bandidos yankees.  

Mirando estos paisajes los vientos del tiempo nos acercan  la historia del secuestro del hacendado Lucio Ramos Otero. Los bandidos Wilson y Evans, acompañados de algunos compinches, lo secuestraron pretendiendo cobrar un suculento rescate por su liberación, ya que estaban convencidos de que su adinerada familia no iba a poner reparos para pagar. Apenas consumado el secuestro, retuvieron a Ramos Otero en una especie de celda fabricada con palos a pique, en uno de los campamentos que usaban cuando se escondían de la justicia.

Frecuentemente solían abandonar el lugar para sus correrías, dejando al prisionero encerrado con un peón con el que compartía su desgracia. Para escapar, Ramos Otero prendió fuego la celda y cuando las llamas debilitaron los palos, con fuertes empellones los rompió y pudo escapar. Sobre esta parte del episodio hay versiones encontradas, ya que hay quien cuenta que el peón no pudo escapar y murió preso de las llamas. El asunto es que Ramos Otero, con sus ropas destrozadas y hambriento llego hasta el Lago 4, donde vivía un poblador de apellido Iribarne que le dio ropa y alimentos, pero no lo acompañó hasta Río Pico por temor a las represalias de los bandidos yankees. Sin embargo Iribarne no abandonó a Ramos Otero, sino que le dijo que descansara hasta el otro día cerca de la casa, entre el monte, y que al amanecer iría al pueblo como para hacer compras, marchando despacio, así lo podría seguir y salvarse. Así lo hizo Ramos Otero y pudo escapar regresando a la Provincia de Buenos Aires de donde era originario.  

Historias de vida, de pioneros en una región de la Patagonia que aun mantiene el sabor de la aventura.

Precisamente en busca de aventuras y de lugares no tan visitados, donde poder encontrar una excelente pesca, es que nos dispusimos a relevar el río Nilson y el río Pico. Ríos muy poco pescados que atesoran buenas truchas y salmones.  

El Nilson es un río típico de montaña, con correderas, curvas y pozones, con árboles caídos tanto en las orillas como en el cauce, los cuales fueron arrastrados por la corriente. Se lo camina desde su confluencia con el río Pico vadeándolo permanentemente. Es un ámbito ideal para pescarlos con equipos livianos 4 ó 5 y utilizando moscas secas como Humpys, Royal Coachman, Wullfs e imitaciones de caddis y saltamontes, o  bien ninfas como Prince, Pheasant tail y larvas de caddis en anzuelos del 10 al 16. Abundan las arco iris y marrones de alrededor de 1 kg, pudiéndose lograr algunas marrones más grandes.

Río Nilson

El Pico, por su parte es un río que desemboca en el Océano Pacifico y por el cual remontan los salmones, contando además con buenas arco iris y marrones. Es un río que en su recorrido hacia el mar va cambiando su fisonomía, pasando de ser un río de llanura, lento, con sauces tapizando sus orillas, a convertirse en un río rocoso que corre encajonado entre la montaña. Durante nuestro relevamiento lo pescamos desde su confluencia con el Nilson, aguas arriba, obteniendo buenos resultados utilizando equipos 5 y 6 con líneas de flote y shootings. Ninfas en tonos oscuros, secas atractoras e imitaciones de caddis en anzuelos del 10 al 16, así como wolly buggers negras, marrones y olivas atadas sobre anzuelos del 6 al 12 nos permitirán disfrutar de una muy buena pesca.  

Para la captura de los salmones del Pacífico , necesitaremos por lo menos un equipo 8, shootings y moscas grandes como las Andino Deceivers  2 y 3 en colores brillantes que logren irritar a estos submarinos. Y fundamentalmente necesitaremos SUERTE, ya que su pesca con mosca no es cosa fácil. Mucho se habla pero poco se sabe, habrá que seguir investigando un poco más seriamente el comportamiento y la forma de encarar la pesca de estos enormes salmones.

Salmones del Pacífico

Otro ámbito que no se puede dejar de visitar en la zona de Río Pico, es el Lago 3 donde podremos capturar arco iris y marrones de muy buen porte, los pesos mas comunes rondan entre los 2 y 3,5 kg de peso, siendo muy común la captura de ejemplares que superan holgadamente estos pesos. Las costas de este pequeño lago, están mayormente cubiertas por extensos juncales por lo que la utilización de flotadores es casi imprescindible. Equipos del 6 al 8, dado el poder y peso de las truchas sumado a que deberemos lucharlas desde el flotador, es lo más indicado. Las ninfas y adultos de alguaciles y libélulas, adultos de caddis, wolly buggers, zonkers, marabou muddlers y demás streamers de mucho movimiento lanzados hacia los juncales nos conectaran con las soberbias truchas de este hermoso espejo.

Lago 3

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