Secretos Del Mar
Nro. 86
Raptar a la hembra
Después llegarán las
hembras, que fueron preñadas el año anterior y que se encuentran en la
fase final de la gestación. Estas se irán agrupando junto a un macho
adulto. La permanencia en el harén es muy provechosa para las hembras ya
que una vez nacida la cría deberá ir al mar en busca de alimento y
volver después para darle de mamar al cachorro que quedó protegido en el
seno de la agrupación. Además, un macho dominante es una garantía de
fortaleza que se transmitirá en los genes del futuro cachorro.
Apenas cinco o seis días después de producido el parto la hembra entrará
en su período de celo que es de un solo día al año donde volverá a ser
copulada y preñada nuevamente. Las peleas entre los machos es constante
en esta época, el juego consiste en despojar al "sultán" del harén y
hacerse cargo de sus hembras.
Es normal, entonces, que
en la cercanía de la zona de harenes se agrupen los machos juveniles,
sexualmente activos pero que aún no poseen la fuerza suficiente para
desalojar al macho dominante. Estos juveniles están permanentemente
atentos a los movimientos de las hembras. Cuando éstas abandonan el
harén para ir al mar a refrescarse o conseguir alimento, ellos
encuentran la oportunidad de raptarla y llevarla a un sector apartado en
la playa. La hembra se resistirá tratando de volver a la seguridad del
harén pero será sometida por medio de empujones y mordidas. Si tenemos
en cuenta que un macho adulto tiene 2,3 metros de largo y 300 kg. de
peso, resulta normal que pueda dominar a una hembra de 1,8 metros y 140
kg. de peso.
El raptor esperará al
momento del parto para tratar de embarazar a la hembra al llegar el
celo. Muchas veces el cachorro, recién nacido, muere en manos del
raptor o de otro subadulto que no ha conseguido una hembra. En ocasiones
se han observado raptos que ocurren meses antes del alumbramiento. Tal
vez en ese caso lo machos juveniles estén tratando de formar su propio
harén. Pero, como nadie puede estar en guardia las veinticuatro horas de
un día por un tiempo prolongado, la hembra tiene grandes posibilidades
de escapar y volver a la seguridad de la agrupación. En tanto el joven
lobo marino deberá esperar a crecer para poder ganar su propio harén o
esperar el paso de otra hembra solitaria para intentar un nuevo rapto.
Tito Rodriguez
Director
Instituto Argentino de
Buceo
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