Fortuna I: Un yate
enamorado del mar
A 60 años de su botadura
El tradicional velero de
la Armada lleva su nombre en honor a la goleta homónima que combatiera en
la guerra de la Independencia
Fuente: Gaceta Marinera
BUENOS AIRES - La Patria
de nuestros mayores nació a bordo de los buques cuyas velas cobijaron
ilusiones y anhelos de una vida nueva en base a añejas tradiciones y a
concretas necesidades.
Nació en su momento la Armada Argentina donde las aguas del Plata
fueron testigo y escenario permanente de aquellos sueños a vela, las
que en estos tiempos recuerdan, al sentir el paso de las velas de hoy.
Los veleros no han pasado, ya que se lucen con brillo propio en el
campo de la marina deportiva, ayudándonos a no olvidar aquella época
romántica cuando los tripulantes eran verdaderos artistas en el empleo
de sus naves.
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Fortuna I: su historia
La construcción del velero ARA “Fortuna” fue encargada por el
Ministerio de Marina para la Escuela Naval Militar, realizándose
enteramente en el país al igual que sus planos. El diseño estuvo a
cargo de Manuel Maximiliano Campos, quien contó con la
colaboración de Roberto Hosmann, Clovis Hernández y Gabino Ríos.
Se deseaba obtener una embarcación para uso de los cadetes de la
Escuela Naval con buenas condiciones marineras, razonablemente
veloz y de líneas y velamen modernos, en la que los alumnos
pudieran practicar por el estuario y el litoral atlántico las
enseñanzas adquiridas en el aula.
Construido de metal y madera, fue botado el 22 de noviembre de
1949. Con líneas de tipo “crucero oceánico”, consta de 7
tripulantes fijos, con capacidad para alojar hasta doce personas y
todas las comodidades necesarias para realizar una regata de largo
trecho con el velamen repartido pero de generosa superficie con
velas livianas y de trabajo con buen y mal tiempo,
Su primera victoria en el mar fue en la
copa “Atlántico”
de la regata Buenos Aires-Mar del Plata de 1954, al mando de
Martín Schwab. Después la ganó otras tres veces.
Posteriormente obtuvo varias victorias en el Circuito Río de la
Plata pero también en la participación en regatas internacionales
en los tiempos en que el yachting nacional empezaba a
desarrollarse y los barcos argentinos comenzaban a medirse con los
mejores del mundo.
Junto a una delegación de siete barcos argentinos, el “Fortuna”
participó de la regata internacional más importante de aquellas
épocas: la New Port-Bermudas (Estados
Unidos). Fue la presentación en la alta sociedad de los diseños
argentinos, donde obtuvo el quinto puesto en la clasificación
general (1954).
En cuatro oportunidades ganó la regata Buenos Aires-Mar del Plata,
dos veces la regata Buenos Aires-Punta del Este y una la regata
Buenos Aires-Río de Janeiro (1956). En 1958 triunfó en la
competencia de Brest (Francia)-Las Palmas (Mallorca).
Luego, en 1966 logró el primer puesto en la Clase A de la New Port-Bermudas.
Su último primer puesto fue en la regata “Cape Town-Río de
Janeiro” (1971), donde ganó su serie y recibió un premio especial
por ser el barco mejor presentado. Hasta el año 1979 figuraba como
los primeros en el Circuito Río de la Plata y en 1981 fue segundo
en la regata Buenos Aires-Río de Janeiro, obteniendo en 1985 el
tercer puesto.
Las navegaciones de crucero que realizó el ARA “Fortuna” por los
mares argentinos son: una a Ushuaia e Isla de los Estados y otra a
las Islas Malvinas, en esa oportunidad al mando del capitán
Santiago Martínez Autin.
Su quilla ha rasgado aguas nacionales e internacionales con el
saber heredado de sus antepasados –heroicos en hazañas y acciones
memorables– ya que la lucha en el mar no conoce el paso del tiempo
y el avance de la tecnología.
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