BUENOS
AIRES – Ya en su apostadero habitual del puerto de Buenos Aires y luego de
participar del Encuentro y Regata Internacional de Grandes Veleros “Velas
Sudamérica 2010”, la fragata ARA “Libertad” descansa y su tripulación
rememora lo vivido durante ese evento que marcó un hito en la historia de la
vela mundial.
Velas Sudamérica reunió a doce grandes veleros y tuvo un itinerario de 14
puertos alrededor de Latinoamérica, tres de los cuales fueron en Argentina
(Mar del Plata, Buenos Aires y Ushuaia). Recorrieron más de 15.000 millas,
en conmemoración y festejo del Bicentenario de cinco países.
El encuentro organizado por las Armadas de Argentina y Chile, incluyó dos
regatas: la del Atlántico, que unió Río de Janeiro (Brasil) con Mar del
Plata (Argentina); y la del Pacífico, entre Talcahuano y Valparaíso (ambos
en Chile).
De características diferenciadas, la primera abarcó 1.600 millas, que la
fragata ARA “Libertad” recorrió en ocho días. “Tuvo alternativas muy
interesantes desde el punto de vista meteorológico e hidrometeorológico, mar
grueso, incluso tormentas frente al río de la Plata”, rememoró el comandante
del buque escuela, capitán de navío Alfredo Blanco.
Otro tramo muy difícil fue la finalización de la regata, porque llegaron a
las 3 de mañana, la ciudad balnearia estaba iluminada y no se veía bien el
buque que indicaba la línea de llegada. Además el velero escuela mexicano
“Cuauhtémoc” estaba a 11 minutos de la popa de la “Libertad”, por lo que
debió recurrir a la estrategia de “negarle la entrada en el agua” –en
términos marineros, para sacarles ventaja.
Fue así como el velero argentino salió segundo en el agua –después del
“Cisne Branco” de Brasil— y primero en la clasificación general.
En aguas del Pacífico
Debido al terremoto y posterior maremoto que sufrió Chile en febrero pasado,
no se pudo ingresar al puerto de Talcahuano como estaba previsto en el
itinerario inicial. “Es destacable que debido a la tenacidad y el esfuerzo
de las autoridades de la Armada de Chile se realizó igual la regata desde la
latitud de esa ciudad hasta Valparaíso, y todo el evento se desarrolló con
normalidad”, remarcó el capitán Blanco.
La meteorología no ayudó al inicio de la regata porque, sorprendentemente,
no había viento, contrario a lo que se espera para el Pacífico. “Fue una
regata muy breve –de menos de 200 millas--, muy técnica y táctica, a
diferencia de la del Atlántico que fue estratégica”, contó el comandante.
En la regata fase Pacífico, la “Libertad” salió tercera en el agua y primera
en tiempo corregido. De eso resultó que la fragata argentina fue primera en
ambos eventos competitivos de Velas Sudamérica 2010. Por ello recibió
premios por cada regata y la Armada de Chile le entregó un premio especial,
por haber ganado ambas competencias.
El reconocimiento es un cuadro que refleja una tormenta en el Cabo de
Hornos, pintado por un artista chileno. Las autoridades organizadoras
chilenas entregaron el cuadro en Valparaíso, en la ceremonia de premiación.
Durante todo el tránsito por aguas chilenas y en los puertos de Punta
Arenas, Valparaíso y Antofagasta, el espíritu fue de cooperación por las
circunstancias que vivía el país vecino. “Fue emocionante ver cómo todas las
tripulaciones participaron en actividades que, si bien pequeñas en lo
físico, fueron muy grandes en lo demostrativo para hacer tangible que Velas
2010 se podía adaptar desde un cariz festivo y conmemorativo a una
circunstancia donde la colaboración era la clave”, explicó el capitán
Blanco.
Aparte de los logros deportivos y de la relevancia del Encuentro y Regata
Internacional, lo más importante para la fragata “Libertad” fue cumplir con
su 41º viaje de instrucción, que fue único e irrepetible, porque se
enriqueció con las actividades conmemorativas del Bicentenario. Y una vez
más, como desde su primer viaje, cumplió con su misión de representar, de
manera honorable, a la Argentina en el extranjero.
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