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Autor: Lic. Alberto H. Celemín |
Punto de rocío Durante los meses calurosos, podemos utilizar el "Punto de rocío" como útil e interesante índice de incomodidad. Este particular elemento meteorológico nos brinda una idea de cuan cómodos o incómodos nos sentimos dentro del marco del tiempo caluroso y húmedo de la temporada estival. Esta información puede ser aprovechada en cualquier momento de nuestra vida diaria.
El Punto de Rocío es el valor al que debe descender la temperatura del aire para que el vapor de agua existente comience a condensarse. El punto de rocío puede calcularse directamente con los datos de temperatura y humedad relativa existentes en un momento dado. Esos datos pueden provenir de los informes meteorológicos emitidos radialmente, o registrados por instrumental. En estas páginas ofrecemos a los lectores la tabla para calcular fácilmente el "punto de rocío". Veamos un ejemplo. Si en un día determinado, en nuestra ciudad tenemos 26º de temperatura y 60% de humedad relativa, el correspondiente punto de rocío (de acuerdo a la tabla) es de 18º. Pero ¿qué significan estos 18 grados? Pues bien, si el aire de la zona se enfría rápidamente, y la temperatura desciende de los 26º actuales hasta los 18º del "punto de rocío" (o sea, un descenso de 8 grados en pocos minutos), sucederán dos fenómenos meteorológicos consecutivos. Primero, se formarán pequeñísimas gotas de agua líquida (rocío) sobre todas las superficies lisas que se encuentran al aire libre. Esas gotitas de rocío son las que dan el nombre a nuestro "punto de rocío". Enseguida la condensación de agua también se producirá en el aire, formándose innumerables gotitas de agua en suspensión, las cuales constituyen una niebla. Por lo tanto, el punto de rocío es la temperatura, a la cual, en un aire que se enfría, comienza la formación de niebla, y también de rocío sobre los objetos.
Los seres humanos tenemos la capacidad fisiológica de mantener constante en 36º (o en 37ºC) a la temperatura interna de nuestro cuerpo. Simultáneamente, la temperatura de la piel expuesta al exterior suele ser de 32 grados (siempre y cuando no se encuentre expuesta al sol). Destaquemos que una persona "siente frío" cuando la temperatura de su piel desciende por debajo de los 32 grados. A la inversa, se acrecienta su sensación de calor cuando la temperatura de la piel comienza a superar ese valor térmico. Cuando no hay viento y las temperaturas del aire son elevadas, nuestro organismo posee un proceso natural de refrigeración, tendiente a evitar que se acumule calor en el cuerpo. El mecanismo refrigerante inicia su funcionamiento, cuando la piel comienza a transpirar. Entonces, mediante la evaporación de las pequeñas gotas de agua que constituyen el sudor, la piel y todo el cuerpo se enfrían perdiendo así el calor excedente. Pues bien ¿y qué papel desempeña nuestro "punto de rocío"? Meteorólogos y médicos han podido comprobar que el punto de rocío es un índice meteorológico muy importante para medir la facilidad o la dificultad con que la piel cede al exterior el calor que el cuerpo tiene en exceso.
En general, todos decimos que existe "tiempo pesado" o "incómodo", cuando nos sentimos sofocados por el calor y la humedad. Esa sensación particular especialmente tiene lugar en ambientes con elevados valores de punto de rocío (20º o más). Se trata de situaciones bajo las cuales, en ausencia de viento o de corrientes de aire, al organismo se le hace difícil o imposible refrigerarse mediante la evaporación de la transpiración.
En forma estimativa, se ha podido comprobar que cuando en el aire el punto de rocío se encuentra entre 8 y 13º, experimentamos máxima sensación de comodidad, especialmente con temperaturas de 20 a 26º, a la sombra y en un sitio sin viento.. Son éstas las condiciones meteorológicas más propicias para la normal refrigeración del organismo y es así como nuestro cuerpo puede cumplir lo mejor posible todas sus funciones específicas. El punto de rocío ideal para la vida humana es el de 10º. Este valor existe en el aire, por ejemplo con 30º de temperatura y 30% de humedad, así como también con 20º de temperatura y el 55% de humedad (observar tabla). Es interesante destacar que cuando el punto de rocío es de 10º, la cantidad real de humedad existente en el aire es de 7,5 gramos de vapor de agua por cada metro cúbico de aire (con presión atmosférica normal).
Cuando el aire ambiental presenta un punto de rocío de 20 a 25º, la transpiración de las personas se hace copiosa. Entonces, la sensación de incomodidad va en aumento, y se dice que "el tiempo está muy pesado". La incomodidad o "pesadez" del clima se debe a que el sudor se evapora con dificultad -o no se evapora- y por lo tanto organismo no consigue refrescarse Un valor típico a partir del cual comienza a hacerse notoria la incomodidad ambiental es para un valor de 20º en el punto de rocío. Este valor e (por ejemplo), bajo las siguientes condiciones meteorológicas. 1) Una tarde con 34º de temperatura y 45% de humedad. 2) Una noche con 26º y el 70% humedad. 3) Una madrugada con 22º de temperatura y el 90% de humedad. Cuando a nuestra región llega aire muy caliente y húmedo proveniente del sur y centro de¡ Brasil y del Nor-Este argentino, lo hace en forma de vientos del Norte, Nor-Este o Nor-Oeste. Bajo estas condiciones meteorológicas extremas, el punto de rocío puede alcanzar un valor excepcional de 24º. A esta marca se arriba por ejemplo en una cante tarde con 36º de temperatura y 50% de humedad; también en una noche con 30º y 72% de humedad, o en una madrugada con 25º y el 95 humedad. Estas condiciones cismáticas suelen aparecer en algunas jornadas estivales en la zona de Buenos Aires, Río Plata y sur del litoral fluvial. Una vez que conocemos el punto de rocío (obtenido por medio de la tabla) podemos utilizar el cuadro sensación de comodidad climática.
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